Crucijuegos comenzó su historia fabricando peloteros en el año 1992 en un pequeño garage, con el empuje de un padre y sus hijos. A lo largo de estos años se fue transformando y atravesando distintas épocas hasta convertirse en una marca reconocida a nivel nacional con posicionamiento en el exterior, con el objetivo de transformar el espacio público, divertir y hacer lugares seguros para los más chicos.
Ignacio Imaz, ceo de la firma, charló con Economía Real sobre los inicios y sobre el presente. En estos últimos años desarrollaron y fortalecieron su estructura productiva, con una planta de 20.000 metros cuadrados y una torre de oficinas. En total cuentan con 400 empleados.
Uno de sus mercados más importantes durante los últimos años fue el espacio público. El paratede la obra dispuesto por el gobierno nacional este último año, complicó las proyecciones de Crucijuegos, por lo que la alternativa fue profundizar su inserción y la búsqueda en el sector privado.
¿Por qué decidieron mudar y ampliar la estructura de la planta productiva?
Siempre nos quedó chica la empresa, y más ahora que apostamos a desarrollar nuestro know how. El objetivo es cambiar el espacio público y privado y exportarlo al mundo, por eso hicimos un gran edificio, donde se encuentra nuestro departamento de I+D, donde queremos buscamos cambiar los espacios .
¿Dónde están los principales destinos comerciales de Crucijuegos?
El 15% de nuestro producto se exporta. El 40% de nuestro mercado es el ámbito público, siempre hablando de municipios y alcaldías. El resto es un abanico interminable, pueden ser countries, casas particulares, y hasta terrazas. Siempre quisimos posicionarnos en Latinoamérica, donde vemos que las grande compañías del rubro no está.
¿Sufrieron inconvenientes con la provision de insumos este último tiempo?
Tuvimos muchos problemas de precios y abastecimiento durante el año pasado. Eso nos complicaó mucho la exportación porque teníamos un aumento del 4% mensual y nadie lo podía entender. Si bien los insumos los compramos acá, tuvimos muchos problemas para la importación de tecnología.
¿Cuál es actualmente la capacidad instalada de la planta?
Hoy en la planta estamos al 50% de lo que supimos tener, entendemos que estamos en medio de una transición ya que el 40% de nuestro producto va al ámbito público. Estamos reacomodando precios para volver a posicionarnos en el mundo.
¿Cómo impacto a la producción el freno de la obra pública?
Desde enero a agosto fue durísimo, acá estuvimos prácticamente haciendo mantenimiento. No había órdenes de compra pública pero sí comenzaron las órdenes del exterior, eso nos ayudó a mantener la fábrica. El sector privado se diferenció y siguió invirtiendo para transformar espacios.