Si bien no podrá alcanzar los precios del oro, los analistas ven probable que la plata se afirme como una inversión atractiva en el mercado de metales preciosos en 2025.
Según las previsiones de los expertos, el precio de la plata podría volver al máximo histórico de US$ 40 la onza en un futuro próximo, si en los próximos meses recrudece la tensión entre EE.UU. y China, y disminuyen las actividades mineras mientras que la demanda supera la oferta por cuarto año consecutivo.
Dentro del desinfle de los precios a futuro de las principales materias primas este miércoles, el del oro, que venía de una suba espectacular en el año, fue el que más serruchó hacia abajo en las últimas jornadas: casi -2% luego de haber alcanzado un pico el lunes de US$ 3.362 y cerrado este miércoles a US$ 3.258, o sea, US$ 100 menos por cada onza.
En la plaza hablan de tomas de ganancias cada vez que la cotización sube de los US$ 3.400 y quienes los tienen salen a vender para asegurar la renta,
La plata, en cambio, se mantuvo firme en 33,2 dólares aunque cedió finalmente a 32,2 dólares. Sin embargo, los futuros en Nueva York lo hicieron aún mejor.
Tensiones mundiales
Los inversores en activos considerados refugio, como el oro y en menor medida la plata, siguen de cerca las tensiones comerciales entre EE.UU. y China por los aranceles, orejean las fortalezas y debilidades del dólar y adoptan decisiones que hacen subir o bajar las cotizaciones.
Así, mientras los futuros del oro estadounidense perdían un 0,7%, el dólar subía un 0,1% frente a una cesta de divisas, encareciendo el lingote para los compradores extranjeros.
La inversión en plata aparece ahora más accesible por el precio, y la relación que mide cuántas onzas de plata se necesitan para comprar una onza de oro viene en aumento, lo cual incrementa el atractivo de la plata.
Significa que se encuentra infravalorada frente a su prima áurea.
El indicador volátil rondaba los 89 a principios de marzo, frente a un promedio de 60 durante los últimos 20 años, aunque había subido brevemente a 125 durante la pandemia de Covid-19.
Las perspectivas apuntan a que el déficit estructural de plata continúe y podría plantear desafíos para la transición energética si sigue así.
La producción minera de plata no es suficiente para compensar la brecha entre la oferta y la demanda.
Después de alcanzar un máximo de 32.566 toneladas en 2015, el suministro de plata ha disminuido constantemente debido al agotamiento de las reservas, el cierre de grandes minas y la disminución de la calidad del mineral.
Oro y plata refugian
Los inversores a menudo recurren a estos metales como una forma de diversificación de cartera.
En un entorno de alta inflación o inestabilidad monetaria, el oro y la plata son vistos como inversiones que mantienen su valor.
Además, su demanda en la industria, particularmente en la tecnología y la joyería, refuerza su estatus como metales preciosos con aplicaciones multifacéticas.
En este contexto, la comprensión de las diferencias entre el oro y la plata se vuelve crucial para aquellos interesados en realizar inversiones informadas.
Keith Neumeyer, director ejecutivo de First Majestic Silver, afirmó que la combinación de una fuerte demanda y una oferta escasa impulsaron el repunte del metal durante el último año.
«Tenemos un déficit de cuatro años de alrededor de 240 millones de onzas (anuales) y aumenta cada año», afirmó Neumeyer.
Michael Di Rienzo, presidente y director ejecutivo del organismo comercial The Silver Institute, dijo que la demanda mundial de plata alcanzó los 1.200 millones de onzas en 2024, impulsada por el mercado solar fotovoltaico (PV), que utiliza plata para fabricar equipos como paneles solares.
El consumo industrial aumentó un 7%, alcanzando los 700 millones de onzas, impulsado también por la fuerte demanda de sistemas de propulsión y la infraestructura de carga de vehículos eléctricos (VE), añadió.
El crecimiento de las energías renovables y el aumento de la demanda de electricidad derivada de la IA también impulsaron las ventas.
Más allá de las pizarras
En la Biblia, el oro se asocia con la realeza, la divinidad y la pureza, mientras que la plata representa la redención y la limpieza.
En la joyería, el oro es ampliamente preferido por su belleza, durabilidad y status simbólico. Su capacidad para resistir la corrosión lo convierte en una opción ideal para la fabricación de joyas de alta calidad, que se utilizan tanto para ocasiones formales como para el uso diario.
Por otro lado, la plata, aunque menos costosa que el oro, tiene un brillo lustroso que la hace indispensable en la creación de joyas.
La plata esterlina, una aleación de plata con cobre, es especialmente popular entre los joyeros debido a su durabilidad y maleabilidad.
La historia tras los metales
Los metales preciosos, como el oro y la plata, han sido fundamentales en la historia económica y cultural de la humanidad.
Estos elementos no solo se valoran por su belleza y rareza, sino también por sus propiedades físicas y químicas, que los hacen altamente deseables.
Desde tiempos antiguos, el oro ha sido utilizado como moneda y símbolo de riqueza, mientras que la plata ha servido tanto en la acuñación de monedas como en la fabricación de objetos de valor.
La importancia de estos metales se manifiesta en su capacidad para actuar como refugio seguro en tiempos de inestabilidad económica.
A lo largo de la historia, el uso del oro y la plata ha evolucionado.
En las primeras civilizaciones, como las de Egipto y Mesopotamia, estos metales eran empleados para adornos, herramientas y ritos religiosos.
Con el tiempo, su función se expandió para incluir el comercio y la acumulación de riqueza.
Durante la Edad Media, el oro y la plata fueron utilizados en la acuñación de monedas, facilitando las transacciones comerciales y fomentando el desarrollo de economías más complejas.