Las ventas de los supermercados de la provincia de Santa Fe cayeron por octavo mes consecutivo. Las ventas reales bajaron 23,2% en julio, respecto al mismo mes de 2023, indicó el último informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini (Ceso).
Los rubros que más cayeron fueron bebidas, artículos electrónicos y el segmento de indumentaria, calzado y textiles.
Según los datos relevados las ventas totales en los supermercados de la provincia llegaron a $83.284.856 durante julio. Ceso también indicó que la variación de precios interanual alcanzó el 356,3%, mientras que la variación interanual de ventas nominales subió 250,6%.
La economista Celina Calore, responsable del área Santa Fe del Ceso, explicó que la información que analizan se desprende de la encuesta de supermercados que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) todos los meses y desde el centro de estudios se analizan las ventas nominales de cada provincia y en el caso de Santa Fe se deflacta por el índice de precios de supermercados. “Arribamos en julio a una caída de las ventas del 23%. Ya hay ocho meses seguidos de caídas consecutivas, con la mayor baja en diciembre producto de la megadevaluación y no llega a recuperar los valores al mes de noviembre de 2023”, indicó.
“Lo que vemos a partir de agosto es que nuestro indicador de precios se desacelera mucho respecto de los meses anteriores”, explicó Calore, y acotó que “es un poco lo que se vio en la actividad en general: el primer semestre fue el más duro y a partir de agosto vemos desaceleración de los precios en el supermercado”.
Incluso, la economista sostuvo que cree que “se va a apaciguar mucho la caída o tal vez no caiga” en los próximos meses.
Pero el freno o amesetamiento de la suba de precios, no le corresponde una mejora en el bolsillo. “Si bien desacelera la inflación, los ingresos de las familias no se recomponen. Si bien uno va al supermercado y es cierto que las cosas aumentan mucho menos, el poder adquisitivo no termina de volver a los niveles anteriores y se sigue comprando menos que antes”, abundó la especialista.
Puntualmente, Calore señaló la caída real de los salarios del sector público que “están muy pisados” y el ajuste que el gobierno de Javier Milei aplica sobre los haberes de los jubilados.
“En los jubilados incide mucho, porque gastan una buena parte de sus haberes en el súper, y eso se resintió muchísimo”, sostuvo la economista del Ceso.
Con respecto a los salarios del sector privado, indicó que su evolución es despareja, con algunas ramas de actividad formales que “han tenido mejores paritarias y le empatan o ganan a la inflación”, pero “el grueso de los trabajadores sigue con caída del salario real”.
A pesar de los signos que puedan considerarse positivos, la especialista no cree que el modelo económico del gobierno nacional apunte a un equilibrio de las variables.
“En tanto no se recompongan los ingresos generales de las familias, no va a haber una recuperación económica. No se ven motivos para que eso suceda”, dijo.
“Es cierto –agregó- que la desaceleración de los precios y una estabilidad cambiaria (dólar planchado) da cierto desahogo y lo que hace es mejorar las expectativas. Pero para que esas expectativas se cumplan, se requiere que haya plata en el hogar, que mejore el poder adquisitivo, y eso me parece que no está en la agenda del gobierno”.