El hormigón es un material muy utilizado en el mundo de la construcción, y está compuesto por cemento, arena, piedra y aditivos. Con el objetivo de aportar un instrumento para controlar su calidad, especialistas del INTI y de la firma Cementos Avellaneda trabajaron en conjunto en un ensayo para evaluar la respuesta del material ante el incremento de temperatura que se produce tanto durante el proceso de curado (por la reacción entre el agua y el cemento) como por las condiciones ambientales.
“El incremento elevado de la temperatura del hormigón puede ocasionar fisuras que perjudiquen su resistencia y durabilidad. Para poder valorar esta propiedad, desarrollamos un equipo que permite evaluar muestras de hormigón antes de su uso y durante una obra (para ajustar sus componentes en caso que su temperatura se eleve por encima de los 70 °C) «, detalla Adrián Ruiz del sector de Tecnología del Hormigón y Aglomerantes del INTI “Este requisito resulta muy evidente en grandes estructuras, como puede ser una represa hidroeléctrica, donde la construcción demanda varios años y la fisuración en el material puede tener consecuencias irreparables” agrega.
Este trabajo, denominado “Verificación del desempeño de un calorímetro semiadiabático para pronosticar la elevación adiabática de temperatura del hormigón”, fue premiado en el “XI Congreso Internacional y 25° Reunión Técnica de la Asociación Argentina de Tecnología del Hormigón” realizado en el mes de septiembre en la provincia de Córdoba. Durante el certamen también recibió un reconocimiento el becario del INTI Alan Oliver, por ser investigador menor de 35 años, y una membresía en RILEM «International Union of Laboratories and Experts in Construction Materials, Systems and Structures».
“Es un honor que este trabajo haya sido seleccionado entre los 63 que se presentaron en el congreso y que, a partir del reconocimiento, se publique en la Revista Hormigón (Latindex)», suma Ruiz, quien formó parte del equipo del INTI junto con Alan Oliver y Alejandra Benítez. También, especialistas de los centros de Tucumán y Santiago del Estero participaron en el desarrollo de la electrónica del equipo.
Como resultado de la articulación público-privada, Cementos Avellaneda pudo validar su equipo de medición de temperatura y el INTI puso a punto su laboratorio para ofrecer a la industria esta evaluación.