Sergio Angiulli, presidente de la Cámara de Ferreterías y Afines de la República Argentina (Cafara), analizó la situación económica del sector ferretero, marcada por la recesión y la baja de ventas. Para el referente del sector, “se hace muy difícil sostener los comercios, porque los gastos son enormes, y lamentablemente las ventas no acompañaron con el proceso inflacionario”. Aunque reconoció que los “precios se están acomodando y no aumentan”, hay “dificultad para pagar los alquileres y las cargas sociales”.
—¿Cómo impacta la recesión en las ventas?
—Es un año difícil, el sector cayó un 30%, a comparación del año pasado. Eso empezó a pasar a fines de diciembre del 2023. La recuperación fue mínima. Si comparamos mes a mes de este 2024, a igual mes que el año pasado, notamos que nuestras ventas crecieron pero menos que la inflación.
—¿Cómo afecta el aumento de alquileres y servicios?
—Los servicios, los alquileres, los impuestos, aumentaron exponencialmente; mientras que las ventas no acompasaron al mismo nivel. Este año se hace muy difícil sostener los comercios, porque los gastos son enormes, y lamentablemente las ventas no acompañaron con el proceso inflacionario.
—¿Cómo ves el panorama para lo que resta de este año y para el 2025?
—Nuestro sector trabaja con las temporadas de verano e invierno, las cuotas del aguinaldo. Todo eso ayuda muchísimo, pero lamentablemente la temporada de verano del año pasado no la vimos, el aguinaldo de diciembre tampoco, el aguinaldo de mitad de este año no lo vimos, y la temporada de invierno no la vimos. A fin de año se viene otro aguinaldo y esperamos que se refleje un poco en los mostradores. Advertí muchas veces que nuestro sector no tiene “Precios Justos”. Los clientes estaban muy desconectados del valor real. También le pasaba al comerciante minorista, no existe el precio justo. Ahora los precios se están acomodando, no aumentan, pero sí quedamos atrás con las ventas, las dificultades de pagar los alquileres, las cargas sociales, entre otras cosas.
—¿Qué se dejó de vender en el sector?
—Las ferreterías son esenciales y así fue durante la pandemia. Nos declararon esenciales porque hay cosas que no pueden esperar. Si se rompe un caño de gas, o si surge un problema eléctrico, lo tienen que solucionar de inmediato. Sí se dejaron de vender productos para embellecer el hogar y la jardinería. Hay cosas que se fueron postergando y son súper importantes, como pintar la casa, impermeabilizar los techos, y sabemos que si no se hace ese trabajo, surgen las filtraciones, y hasta puede haber posibilidad de derrumbe. Abastecemos a la industria, a instituciones, a la construcción y cuando no les va bien, ese problema se traslada a nuestro rubro. La construcción cayó muchísimo. Cada ferretería tiene su nódulo en su cercanía, trabajan menos y afectan directamente la obra pública. La cadena de valor ferretera es enorme. Somos el motor del país, porque se mueven fábricas, industrias alimenticias, tecnología, y cuando a otros sectores no les va bien nos vemos afectados.
—¿Qué novedades tienen en el sector?
—La Cámara de Ferreterías tiene actividades en varios puntos del país. En Bariloche se está terminando un curso de oficio con salida laboral y ya hay ferreterías que están solicitando personal. En diciembre vamos a entregar los diplomas con el intendente de Bariloche, Walter Cortés. Y en Rosario, el próximo 5 de diciembre, inauguramos un espacio de capacitación con empresas, para que los ferreteros puedan aggiornarse y contar con la última tecnología. Seguimos trabajando para que estos encuentros se hagan una vez por año en nuestra ciudad y así seguir creciendo.