La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), enviaron una carta al presidente Javier Milei, para reclamarle al gobierno nacional que baje los impuestos a los alimentos y bebidas, tal y como lo hizo con el campo y la industria automotriz.
Si bien en la carta dirigida al gobierno los dueños de supermercados manifestaron su apoyo a la reducción del gasto público y la disminución de tributos que lleva adelante la administración libertaria, también pidieron una menor presión fiscal en los productos de consumo masivo, principalmente los alimentos y bebidas sin alcohol.
Los representantes del supermercadismo nacional valoraron las medidas recientes del gobierno, como la eliminación y reducción de impuestos aplicados a automóviles y motocicletas de lujo y la rebaja de retenciones a las exportaciones agrarias, y señalaron que es imperativo extender esta política a los bienes de consumo masivo.
Según la CAS y la FASA, en la mayoría de los casos, los consumidores enfrentan una carga impositiva cercana al 50% en los precios de los productos esenciales, y justamente por eso, instaron a los gobernadores e intendentes de todo el país a reducir impuestos provinciales y municipales como Ingresos Brutos y diversas tasas, que al igual que el gobierno consideran “distorsivas” y sin contraprestaciones adecuadas.
