Un exhaustivo análisis de las capacidades exportadoras de Santa Fe y guía para la diversificación de su matriz productiva

Fue elaborado por la Fundación Fundar. Evalúa la capacidad de la provincia para aumentar las exportaciones de productos complejos en función de su matriz productiva actual y un insumo para decidir dónde buscar las oportunidades de diversificarla y hacerla más sofisticada a la vez que competitiva. Todo, pensando en un Estado presente que diseñe junto al sector privado políticas activas. Es parte de un análisis nacional

La base está, pero hay mucho por recorrer. La provincia de Santa Fe supera el promedio nacional en cuanto al PBI per cápita, la cantidad de empresas registradas y el número de asalariados en relación con su población. Destaca por su sólida estructura industrial y por su notable participación en el mercado internacional, siendo la segunda provincia con mayor volumen de exportaciones de Argentina. Pero debe capitalizar sus capacidades productivas para fortalecer los sectores ya establecidos y continuar impulsando su desarrollo y diversificación económica. Porque si bien logró con el tiempo construir un asiento sólido de capacidades, la dinámica de crecimiento y sofisticación de las mismas está estancada.

Potencial exportador de San… by Claudio de Moya

Lo anterior es la descripción a partir de la cual un exhaustivo trabajo de la Fundación Fundar evaluó la capacidad del distrito para aumentar sus exportaciones de productos complejos en función de su matriz productiva actual y un insumo para decidir dónde buscar las oportunidades de diversificarla y hacerla más sofisticada a la vez que competitiva. Todo, claro, pensando en un Estado presente que diseñe junto al sector privado políticas activas.

Lo que mide el trabajo, encargado en 2023 por Nación pero con anexos actualizados, es el Índice de Complejidad Económica (ICE), que pondera la complejidad de los productos que una economía exporta competitivamente. Los productos son más complejos cuando requieren de más capacidades y mayor sofisticación para su producción.

Así construye el Índice de Potencial de Complejidad Futura (PCF), que alude a las posibilidades que tiene la economía provincial de exportar productos más complejos en el corto y en el mediano plazo a partir de su compatibilidad con la matriz productiva. Si es alto, indica que es posible una transición menos costosa hacia productos más complejos.

Buena base, pero estancada

Santa Fe ocupa el 4° puesto en el ranking provincial según su complejidad (ICE). Aunque al igual que otras provincias de la Argentina, perdió competitividad en la exportación de algunos productos desde 2011.

Respecto a su complejidad futura, se encuentra en 5° lugar en el ranking provincial. Sin embargo, tiene un índice negativo, lo que indica que su ritmo de complejización es más lento que el promedio mundial y el argentino.

La complejidad promedio de las exportaciones competitivas es de -0,27 (contra 0 como promedio mundial de referencia), presentando una canasta exportadora heterogénea compuesta en parte por bienes poco complejos y de bajo valor agregado (productos del sector de Agricultura como soja, trigo, salvado, cuero vacuno y leche en polvo).

Pero también cuenta con algunas posiciones interesantes en productos de complejidad alta, fundamentalmente del sector de maquinarias, químicos y automotriz.

En resumen, la jurisdicción de la bota se encuentra en el grupo de las que detentan una complejidad económica mayor a la del promedio nacional, pero con un potencial negativo de complejidad futura. En ese lugar está junto a San Luis, Córdoba y Mendoza.

Son provincias que experimentaron una trayectoria productiva auspiciosa, lo que les permitió desarrollar capacidades de relativa sofisticación que, sin embargo, hoy ya no son suficientes para sostener el ritmo de crecimiento.

Por este motivo, las políticas de desarrollo deben orientarse a generar un impulso tecno-productivo que estimule la diversificación de actividades en la economía. Es decir, modernizar los sectores existentes y desarrollar otros que hoy no forman parte de la matriz productiva.

Encontrar el equilibrio en las políticas públicas

La compatibilidad mide qué tan cerca se encuentra la provincia, dadas sus capacidades actuales, de poder producir y exportar un determinado producto de forma competitiva. La complejidad mide el nivel de sofisticación de esos productos y capacidades. Los productos más interesantes son los más complejos que, a su vez, son más compatibles con la matriz productiva existente.

La selección, con todo, no es simple, requiere equilibrio y un norte político. Centrarse en los productos más compatibles puede llevar a una sobre-especialización de la economía en actividades poco complejas, sacrificando el desarrollo a largo plazo por la adaptabilidad en el corto. Al revés, promover actividades de alta complejidad pero poco compatibles con la matriz productiva actual aumenta el riesgo de que se desperdicien recursos y tiempo en perjuicio de objetivos más cercanos.

Si bien los productos del sector agrícola tienen en general una complejidad baja o media-baja, existen muchos dentro del mismo con complejidad relativamente alta y compatibles con la matriz productiva. Son los que ofrecen la oportunidad de diversificación y entre ellos se cuentan la fructosa y jarabe de fructosa o levaduras y otros microorganismos muertos), las maquinarias (guadañadoras o partes de máquinas agrícolas), los químicos (hormonas o tripas artificiales), los vehículos (remolques y semirremolques).

El trabajo, parte de uno más amplio

El análisis sobre las potencialidades de Santa Fe es parte de un trabajo encargado en 2022 –durante la anterior gestión nacional– por el Ministerio del Interior, que buscó describir el potencial productivo de las 23 provincias argentinas bajo la óptica de la complejidad económica. Fue codirigido por el investigador del Conicet recientemente fallecido Marcelo Leiras.

Fundar se presenta como una organización dedicada al estudio, la investigación y el diseño de políticas públicas con foco en el desarrollo de una Argentina sustentable e inclusiva, según su página web. Su fundador y presidente es el matemático Sebastián Ceria. Es el ex-CEO de Qontigo, una empresa que combina herramientas para la gestión y control de riesgos financieros de Axioma, que fundó en 1998. Anteriormente, fue profesor asociado en Columbia Business School, especializado en algoritmos de optimización. Es miembro de la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos y recibió el Career Award por sus investigaciones académicas y aplicadas.

Ceria es doctor en Investigación de Operaciones por la Universidad Carnegie Mellon y licenciado en Matemáticas Aplicadas por la Universidad de Buenos Aires. En 2022, fue distinguido con el título doctor honoris causa de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente, es el máximo accionista del Real Racing Club de Santander, España, y miembro de su Consejo de Administración.

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